Hasta los años 50 del siglo XX las ciudades se concebían y construían a escala humana, adaptadas al ritmo de peatón y a la altura de los ojos. De repente, con el auge del automóvil al alcance de la gran parte de los habitantes del planeta, todo cambió: la velocidad, la escala, el espacio y las prioridades. Las ciudades dejaron de ser para las personas y se entregaron plenamente a las necesidades del coche.
La psicología, la sociología, la neurociencia y el urbanismo se reúnen juntos para buscar la fórmula mágica de la ciudad feliz. El éxito de una urbe en vez de la renta per cápita se puede medir por la felicidad per cápita y la vitalidad del conjunto. ¿Tiene nuestro entorno el poder real de cambiar nuestra vida? Comentaremos casos prácticos de ciudades y soluciones que potencian el bienestar a través de las intervenciones urbanísticas. La transformación de la ciudad que anima a su habitante a pasear o ir en bici por ella, repercute en la mayor satisfacción, el empoderamiento y la creación de la comunidad. En definitiva la ciudad bien pensada, es más respetuosa con el ecosistema y el ser humano como parte del mismo.
Desde la misma Introducción del libro, resulta claro que los autores abren sus espacios a la búsqueda de una vida buena en la vejez. Pues, por más que uno tienda a asociar esta etapa a temores, malestares y pérdidas, Nussbaum y Levmore la enfocan como oportunidad para “adquirir sabiduría”. De tal suerte, esta serie de ensayos, agrupados bajo diversos temas, tienen por gesto común querer ofrecer al lector sabiduría en forma de reflexiones, de diálogos y hasta de controvertidas opiniones; enriqueciéndolo todo aún más, al estar formado cada uno de los autores en diferentes campos, filosófico-filológico-ético en el caso de Nussbaum y jurídico-económico en el de Levmore, compartiendo ambos un acentuado interés por la política y la justicia social. Sobre la base de las ideas del libro, conversaremos con nuestra invitada Manuela Carmena, quien, desde su rica experiencia personal, profesional y en gestión política municipal, nos ayudará a pensar en cómo las ciudades pueden estimularnos a vivir con plenitud a medida que crecemos
Este debate tiene la intención de sumergirnos en la faceta de la ciudad que no queremos ver- sus desechos y las personas que viven al margen de la sociedad. La basura nos recuerda el irrevocable paso del tiempo, la muerte y la descomposición. La basura es cualquier objeto pasado por el factor del tiempo. Los desechos se expanden y se desbordan, tanto dentro de los límites urbanos como fuera de ellos. Nos encanta deshacerse de los objetos y abrazar los nuevos y esta cultura de consumo- desecho ha generado la profunda transformación de nuestro paisaje humano que parcialmente ya es un gran vertedero. ¿Se puede transformar este vertedero en algo significativo e incluso bello a través de arte, arquitectura y labor social?
Antaño el peligro para los niños, al menos en la esfera imaginaria, era un bosque con sus criaturas salvajes, plantas espinosas y caminos para perderse, la ciudad en cambio suponía un refugio seguro. Ahora parece ser que los roles se han invertido. Las ciudades se han convertido en hostiles y peligrosas para los niños, o simplemente las percibimos y etiquetamos como tales. La calle se ha vuelto un símbolo de la decadencia económica y moral, un lugar no apto para estar y jugar allí.
Los niños y las niñas son unos flâneurs por defecto, caminan por su barrio y su ciudad disfrutando del momento presente, cosa que los adultos podríamos aprender de ellos. Sus paseos centrados en los detalles del entorno, que a nosotros nos pasan desapercibidos, aportan mucha información relevante y una perspectiva de ver las ciudades “out of the box”. Es por todo ello que las niñas y los niños han de ser parámetros y sobre todo actores activos en el rediseño de nuestras ciudades y promotores de regreso a la escala humana, ciudades sanas, sostenibles y felices.
En este debate invitamos a participar activamente a las niñas y niños en un taller a través del cual ellas y ellos nos explicarán como sería la ciudad de la infancia.
La belleza puede ser consoladora, turbadora, sagrada, profana; puede ser estimulante, atractiva, irresistible, escalofriante. Puede afectarnos de muchas maneras, pero no nos deja indiferente, dice Roger Scruton en su libro «La belleza». Te invitamos a reflexionar junto con nosotros y nuestra invitada Anna Gener, sobre que es para nosotros la belleza, como se manifiesta en nuestras ciudades y de que manera nos conforma como personas.
¿Por dónde empezar el debate sobre la ética de la ciudad? ¿Hay tal categoría y tiene alguna relevancia? En esta sesión hablaremos de filosofía como «gimnasia del ciudadano» y que es lo que nos han enseñado los filósofos griegos sobre la ética de la ciudad. Analizaremos la cooperación como elemento constituyente de la ciudad y la importancia de la comunidad y redes de apoyo en barios conflictivos. Veremos como renovar los centros de las de las ciudades y si la tecnología es un elemento realmente inteligente. Finalmente analizaremos un ejemplo concreto de resiliencia en una ciudad dolida- Ciudad Juárez.
¿Cómo se transforma el espacio público a través del arte?
¿Por qué la cultura es o debería ser un derecho universal? ¿Qué nos transmite el arte callejero y hasta que punto la percepción del lugar cambia o se redefine a través del arte y la música? ¿Es arte callejero el más democrático y desinteresado? ¿En que consiste el plan de derechos culturales proclamado por el Ayuntamiento de Barcelona?
Conversamos todo el tiempo, sin parar y fundamentalmente con nosotros mismos. Este diálogo interno incesante es una fuente de juicios precipitados, ideas vagas, observaciones sesgadas y recuerdos repetidos en bucle. Sin contrastar nuestras ideas con el otro difícilmente progresaremos, tomaremos distancia o entenderemos las cosas con perspectiva. Las personas necesitamos conversaciones, plasmar nuestras ideas en palabras y compartirlas de forma significativa, con el amigo o la desconocida. Lo sabemos intuitivamente, pero quizás no le damos la importancia que tiene. La neurociencia eleva las buenas conversaciones a la categoría de pilares constituyentes de nuestra salud mental porque mejoran la toma de decisiones, las ideas, la memoria y la esfera emocional.
La ciudad es por excelencia un entorno social donde los encuentros y las conversaciones han de fluir, pero no siempre es así. En el debate hablaremos de la importancia que tiene compartir la conversación y como podemos mejorar el espacio público para propiciar el diálogo y la apertura al otro.
La mayor parte del espacio, funcionamiento y energía de una ciudad está dedicada a su correcto metabolismo y funcionamiento. Gracias a ello las ciudades funcionan, sin embargo se necesita algo más- el efímero tejido de relación con el otro, lugares de encuentro, donde surge el asombro, la creatividad, la emoción. La ciudad del exterior, la ciudad de la sorpresa, la espontaneidad urbana, todo ello facilita el despliegue de nuestra naturaleza, por excelencia social y relacional.
En este debate hablaremos de las ciudades que repulsan y las que atraen. Reflexionaremos sobre el mensaje de la «abuela» del urbanismo de proximidad – Jane Jacobs. ¿Cómo el diseño de la ciudad, tanto a escala de los pequeños detalles, como a macro escala, afecta nuestra vida diaria: personal, social y emocional?
Para afrontar el triple desafío ecológico, económico y social de la ciudad del mañana, el urbanista Carlos Moreno defiende el concepto de «ciudad de cuarto de hora», de que él es creador. Las 6 funciones urbanas esenciales- vivir, trabajar, abastecerse, cuidarse, educarse, prosperar, que definen nuestra relación entre los espacios de vida y el tiempo útil, no deben ser accesible, en más de 15 minutos. El autor ofrece un descifrado sistémico de la ciudad, evaluando los medios y campos de acción para el buen vivir.
Lo que comemos nos define no solamente a título personal de nuestro cuerpo, sino también como colectivo y hasta la organización social. Comida, su manipulación y distribución moldea las ciudades, quizás de forma menos evidente y más subterránea que la arquitectura, pero no menos importante ya que los alimentos han condicionado la tipología de las viviendas, la morfología de las ciudades y hasta nuestra forma de habitarlos. La megaindustria alimenticia- gran protagonista de la globalización, ha alejado de forma definitiva el mundo productor rural del mundo consumidor urbano. ¿Es posible que las ciudades recorran el camino a la inversa recuperando el “slow food”, la producción de alimentos en territorio de la ciudad y el regreso a lo local, temporal y próximo?
La normal es volátil o inexistente. De un momento al otro nuestra capacidad para ver, experimentar y disfrutar de la ciudad puede cambiar y cambia a lo largo de la vida pasando por etapas cuando no todo queda al alcance de nuestros pies, manos y cognición. Este cambio de perspectiva que aporta la diversidad funcional es una dificultad, pero también riqueza porque nos permite crear una ciudad empática, dinámica, universalmente accesible y comprensible, una ciudad para tod@s. En este debate reflexionamos sobre las barreras físicas del urbanismo y arquitectura, enseñaremos ejemplos de como crear los entornos inclusivos y acudiremos al arte como lenguaje que nos permite salir del rígido marco normativo hacia la creatividad.
Ante la dificultad para acceder a la vivienda surgen alternativas a la eterna disyuntiva – compra o alquiler. ¿Cuáles son las «nuevas formas de habitar»? Hablaremos de las cooperativas de vivienda, de la creación de las comunidades de cohousing, de la experiencia versus expectativas en el proceso de creación y maduración de este modelo. Explicaremos también el modelo de convivencia intergeneracional donde los mayores comparten piso con la gente joven siendo acompañados por ellos y desarrollando nuevos vínculos sociales.